jueves, 25 de octubre de 2012

MI DERECHO AL PATALEO


Quiero contar mi desgraciada experiencia ante la administración del estado, en este caso concretamente con la consejería de educación, área de interinos. Organismo que pagamos todos los españoles porque es donde contratan profesores para la escuela pública.

Estoy en la lista de interinos para optar a trabajar como profesor en la disciplina de diseño de moda. La escuela en cuestión que me quiere contratar es pública, no privada, y  por supuesto la pagamos todos los españoles. La consejería de educación considera que no soy apta para ejercer como profesora, a pesar de tener el título de pedagogía (5 años de carrera), y el de moda y confección de formación profesional, además de 23 años de experiencia profesional haciendo vestidos de verdad, no dibujos de vestidos.

Existe una ley que dice que los interinos seleccionados para trabajar en el grado de diseño de moda tiene que poseer el título de “bellas artes” o el de “diseño de moda” expedido por una escuela o universidad pública. Este último título no lo tiene nadie porque el grado en diseño de moda no existía hasta hace 2 años. Es un grado nuevo que tenemos gracias al plan Bolonia. Por eso no me pueden contratar, porque no tengo ninguno de esos dos títulos.

Los diseñadores de moda tengo entendido que se dedican a hacer vestidos, y no “dibujitos” de maniquíes muy artísticos. Yo no me dedico a hacer esos dibujos artísticos, solo lo hago cuando es necesario. Me dedico a hacer vestidos de verdad, con sus sedas, encajes, pedrerías y todo lo que tengan que llevar. Sobre todo hago vestidos que la gente desea ponerse.  Me considero perfectamente capacitada para enseñar a cualquiera a hacerlo. ¡Claro, esto conlleva muchísimo trabajo, y muchísimo sacrificio! y es mucho más cómodo dedicarse simplemente a dibujar algo que nadie va a comprar. La pretensión de crear una escuela buena de diseño de moda va a fracasar claramente porque  eso es lo que van a continuar enseñando en ella.

En definitiva. Los que quieran ser diseñadores de moda de los que hacen trajes de verdad, tendrán que tener unos papás ricos que paguen su educación en una escuela privada porque la pública está muy claro que no va a funcionar.

De  lo que se trata es de formar buenos profesionales que sean competitivos en la disciplina en cuestión. Para quienes quieran aprender a hacer vestidos de verdad os podéis apuntar a mis clases de "diseño y patronaje", y "diseño y confección", que se imparten los Lunes por la tarde en el taller de Carlota & Punto. C/ General Davila, 11. Tel. 915433943. 


domingo, 21 de octubre de 2012

BODA DE GUILLERMO DE LUXEMBURGO


 Soy una apasionada del diseñador Ellie Saab. Siempre me han encantado sus vestidos de noche y por supuesto los de novia, pero con ocasión de la boda de Guillermo de Luxemburgo con Stéphanie de Lannoy creo que no ha estado demasiado acertado. Es un vestido muy adecuado para una princesa, muy clásico, con escote barco, manga francesa y una enorme cola. El encaje es muy bonito, pero considero que le faltan buenas terminaciones, sobre todo en los bordes: escote, bajos y mangas, y debe quedar más encajado en el cuerpo de la novia para realzar la silueta.





En España entolamos y trabajamos el encaje mucho mejor que en ningún país, las pocas modistas que lo hacemos. Solo hay que ver el traje de Doña Leticia, de encaje troquelado en color nude, que le sentaba como un guante, y el encaje estaba perfectamente trabajado. Enhorabuena a Felipe Varela, autor del vestido.



Los españoles siempre pensamos que lo nuestro es mucho peor que lo de los demás.
¡Pues no! Estamos muy equivocados. A ver cuando aprendemos a reconocer, apreciar y valorar lo que hacen nuestros compatriotas.