Soy una
apasionada del diseñador Ellie Saab. Siempre me han encantado sus vestidos de
noche y por supuesto los de novia, pero con ocasión de la boda de Guillermo de
Luxemburgo con Stéphanie de Lannoy creo que no ha estado demasiado acertado. Es
un vestido muy adecuado para una princesa, muy clásico, con escote barco, manga
francesa y una enorme cola. El encaje es muy bonito, pero considero que le
faltan buenas terminaciones, sobre todo en los bordes: escote, bajos y
mangas, y debe quedar más encajado en el cuerpo de la novia para realzar la
silueta.
En
España entolamos y trabajamos el encaje mucho mejor que en ningún país, las
pocas modistas que lo hacemos. Solo hay que ver el traje de Doña Leticia, de
encaje troquelado en color nude, que le sentaba como un guante, y el encaje
estaba perfectamente trabajado. Enhorabuena a Felipe Varela, autor del vestido.
Los
españoles siempre pensamos que lo nuestro es mucho peor que lo de los demás.
¡Pues
no! Estamos muy equivocados. A ver cuando aprendemos a reconocer, apreciar y
valorar lo que hacen nuestros compatriotas.
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