No te vistas de cualquier manera
para ir a trabajar. Siempre insisto en que el aspecto externo de una persona
dice mucho de nosotros mismos. Es un escaparate de lo que hay en el interior,
un reflejo de lo que los demás esperan de nosotros, sobre todo en nuestra vida
profesional.
Para ir a trabajar no se debe ir
ni demasiado exagerada y exuberante, ni pasarse y resultar demasiado clásica y
aburrida. Está bien hacerse u pequeño uniforme que nos va a ayudar a ir
presentables, y dar imagen de seriedad y profesionalidad.
Yo siempre recomiendo tener básicos
para llenar el fondo de armario: pantalón negro, camisa blanca, blazer, que son
prendas muy combinables con otras más animadas y modernas. Siempre hay que
contar con el apoyo incondicional de los complementos. Un buen bolso, unos
zapatos bien escogidos, un foulard, unos pendientes y un collar bonito animan
cualquier look. Los complementos y las prendas superiores (blusas, camisetas…)
consiguen dar esa nota de ánimo y color.
De cualquier manera, para
trabajar hay que dar la impresión de estar perfecta sin que ninguna prenda o
complemento que te pongas llame demasiado la atención. Hay que ir
elegante en el aspecto global de la persona, pero ningún elemento del vestuario
debe resaltar mucho. Lo mejor es que digan de ti: siempre va elegante, pero no
puedo definir exactamente como va vestida.
El peinado es clave en el aspecto
personal. El maquillaje debe ser muy ligero y discreto, y la limpieza y
pulcritud de todo el conjunto es fundamental. Elimina el “demasiado”: demasiado
maquillaje, demasiado escote, demasiado tacón, y sustitúyelo por algo mas simple y discreto, y siempre
acertarás. Aunque no lo parezca, si tienes una imagen adecuada, vas a emitir un sentimiento de
seguridad y tranquilidad en los demás. Van a pensar: estamos en buenas manos.
Tanto es así que muchas empresas
imponen uniforme a sus empleados para
dar una imagen corporativa correlacionada con el plan de marketing de la compañía. Prefieren
que los trabajadores protesten en un momento dado por dicha imposición, que
arriesgarse a dar una mala imagen de la empresa.