El museo del traje dedica unas visitas guiadas hoy, mañana y pasado sobre la evolución del traje de la mujer a lo largo de la historia. Es interesante apreciar como la indumentaria de la mujer ha ido cambiando en función de su papel en la sociedad, y de los cambios económicos, políticos y culturales que iban ocurriendo a su alrededor.
Vemos como en el siglo XVIII en la corte francesa las mujeres vestían con trajes completamente excesivos, compuestos por corsé, falda muy voluminosa, y profusamente adornado. La vida de las mujeres ricas era tremendamente ociosa. Iban de fiesta en fiesta y su única preocupación era pasárselo bien. Su función principal era tener hijos y ser bella. Por eso sus vestidos eran tan incómodos, pero les daban máxima importancia para presumir en sociedad. Era una auténtica exhibición de riqueza.
En cambio a principios del siglo XX y con la primera guerra mundial el vestuario femenino era muy sencillo. Las mujeres necesitan ropa cómoda para trabajar a causa de la primera guerra mundial, ya que los hombres estaban en el frente. Además los tejidos estaban racionados por lo que no se podían utilizar muchos metros de tela para confeccionar una falda muy voluminosa.
Casi siempre y hasta hoy se ha tratado de mostrar con el vestuario femenino el status del marido o del padre. El papel de la mujer durante siglos ha sido tener hijos y ocuparse de su casa. A esto se añadía un exceso de puritanismo, moralismo y tradiciones de las que ha sido muy difícil librarse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario