Se ha celebrado en el museo del traje de Madrid
un seminario sobre tribus urbanas, identidades juveniles, imagen y sociedad. Organizado
por la
Universidad Rey Juan Carlos, el ministerio de cultura y el
museo del traje. Han resultado muy interesantes las reflexiones sobre los
movimientos juveniles.
Las manifestaciones juveniles se
plantean como hechos sociales de carácter multicultural. Son muchas las causas
que inciden en la aparición de de éstas tribus urbanas, que se reflejan en la
forma de vestir y en adoptar una estética determinada.
Desde un punto de vista
filosófico la “identidad” del ser humana está formada por el cuerpo, que es la
materia que alberga al espíritu. El cuerpo lo adornamos con el vestuario
mostrando el espíritu como identidad personal a través de la indumentaria. Los
jóvenes intentan que se visualice también lo que hay detrás de la fachada
creando una imagen con significado. Se da prioridad al cuerpo y a su
representación social como cuerpo vestido, transformado o decorado porque vestirse
es crear cultura y permite interaccionar entre las personas. Se considera al
cuerpo como sujeto.
En las tribus urbanas existe una
“intersubjetividad” e identificación con un colectivo. Son grupos cada cual con
sus valores. Se tiene una estética determinada que acompaña a unos valores o
una forma de pensar determinada. Al vivir en una sociedad multi-cultutral,
donde las comunicaciones son cada vez más rápidas, las interrelaciones sociales
son constantes, lo que produce mezclas dentro de cada grupo juvenil. Hay
movimientos de importación y exportación. Por ejemplo dentro de la corriente
del hip hop se dan subgrupos, y en cada país la misma corriente juvenil hace
suyos determinados estereotipos, asumen unos valores y otros no.
Los movimientos juveniles suelen aparecer como una protesta social hacia
algo que no les gusta. Visten de manera transgresora para enfrentarse a
determinados cánones establecidos con los que no están de acuerdo. Suelen
adoptar formas de vestir vanguardistas en el momento de su aparición. Es un
descrédito pertenecer a una vanguardia. Lo hacen para llamar la atención y
expresar de esa forma sus ideales. En definitiva: es una forma de comunicación
y expresión como cualquier otra. Los jóvenes se unen y se enfrentan a lo que está establecido, y
eso es lo que quieren comunicar. Esa es la base de la aparición y creación de
tribus o identidades urbanas. Son movimientos muy ideológicos.
Esta moda se ve en la calle y la
adoptan muchos otros jóvenes aunque no pertenezcan al grupo en cuestión. Lo
hacen porque les gusta esa moda en un momento determinado. Adoptan esa forma de
vestir de modo temporal y luego la abandonan. Realizan
una búsqueda de si mismos adoptando diferentes estilos en determinados momentos
de su vida hasta que encuentran su propia imagen personal, que se suele corresponder
con sus creencias y forma de vida.
Estos movimientos juveniles están
también muy ligados a otras manifestaciones artísticas y culturales como la música,
el cine y la literatura, que se van retroalimentando los unos de los otros. Por
ejemplo el movimiento “mod” está ligado a la música de los who, y se representa
claramente en la película Quadrophenia.
El
Tras la ponencia con tres jóvenes
pertenecientes a las llamadas tribus urbanas: un punk, una gótica y un rapero,
se llegó a la conclusión de que no se puede encasillar ni estereotipar a los
individuos dentro de una tribu. Es un error porque aunque pertenezcan a un
grupo siempre prima la individualidad personal. Buscan la diferenciación de los
demás como seres independientes. Cada persona es un mundo y, y esa forma de ser
se demuestra en su forma de vestir, de peinarse y de adornarse. El estilo y lo
que quieren expresar con ello es lo importante. Están de acuerdo con el ideario
del grupo, pero no al cien por cien, porque hay valores que les gustan y otros
que no.
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