Me ha encantado escuchar a
Lorenzo Caprile, ayer, en el museo del traje. En un momento ha desmontado todos
los falsos mitos, afectaciones y
convencionalismos sociales que azotan a la “acomplejada España”, y en especial
al mundo de la moda tal y como se cuece en éste País.
Lo primero que hizo fue llamarse
a si mismo “MODISTA”, no modisto, ni diseñador, acepción de la cual reniega, y
con toda la razón, porque él no es alguien que dibuja, sino alguien que SABE hacer
un vestido.
Incluso nos leyó en el
diccionario lo que quería decir cada término, asegurando que ser modista es la
profesión más bella y respetable del mundo. Y tiene razón. Lo que ocurre es que
la palabra “modista” en España se asocia a mujer de clase baja, sin cultura ni formación ninguna..
El lo ha tenido relativamente
fácil, primero porque es hombre y queda más glamouroso, y segundo porque ha
vestido a toda la aristocracia Española dejándonos impactados con cada vestido.
En mi caso, que también soy
modista y me gusta presumir de ello distinguiéndome de los “¿diseñadores?” que
nada más que saben dibujar , ha sido mucho más difícil, porque soy mujer, de
buena familia y encima con carrera universitaria, concretamente licenciada en
filosofía y ciencias de la educación. Y la gente que me conoce se queda
sorprendida y alucinada de que me dedique a la modistería. Pensaban que era un
capricho pasajero de señora bien algo excéntrica. En definitiva, nadie de los
que me rodean lo comprenden, a pesar de que llevo 23 años de profesión y me
siento muy feliz ejerciéndola. Y hablan… ¿y como es que la hija de bla, bla, bla …cose para la calle? Y cuando
vienen a encargarme algo lo primero que preguntan es ¿sigues cosiendo? Pues si,
sigo cosiendo y seguiré, hasta que mis manos y mi vista me lo permitan.
Otro falso mito que tiró por
tierra fue el de los dibujos de figurines señalando que son útiles, pero es la
faceta menos importante de la profesión, porque nadie lleva el dibujo de un
vestido pegado en la frente. Lo que si que llevan es un vestido puesto, y ese
vestido tiene que ser bonito, estar bien hecho, sentar como un guante y todo lo
demás. Gracias a Dios está él para recordarnoslo a todos, con una simple
imagen, la foto de las personas que ha vestido.
Nunca he parado de predicar lo
mismo, pero en las escuelas de diseño españolas siguen empeñados en que sus
alumnos aprendan a dibujar muy bien, pero luego no saben ni coser un botón. Los
que me seguís sabéis las dificultades que tengo para acceder a mi puesto de
trabajo como profesora interina en la escuela pública de diseño de moda de
Madrid. Quiero entrar precisamente para cambiar eso. Quiero enseñar bien el
oficio, que es lo que le hace falta a todas las señoras y sobre todo a España. Para
quien quiera aprenderlo doy clases de patronaje y confección en Carlota &
punto los Lunes por la tarde. Tel. 915343943, C/ General Dávila nº 11.
Volviendo a Caprile, alguien del
público preguntó algo sobre los genios. Yo creo que realmente es un gran genio,
y ya nos lo ha demostrado a todos, sin ninguna necesidad de adularse a si
mismo. Solo con su naturalidad, su simpatía y hablar ALTO Y CLARO conquistó a
todo el público presente.
Yo realmente pasé un rato muy,
muy agradable, y me río y me reiré igual que él de tanta tontería, tanto
aspaviento y tanta pamplina de los que viven de cara a la galería.